Vull que m'escoltis
Espacio alternativo de Arte
Teatro Plaza.
Castelldefels_2011
<Vull que m'escoltis>. Es una instalación que investiga la relación con la madre y como las palabras o los silencios, a veces se pueden convertir en vestidos que oprimen a las dos partes, madre y niña o niño.
Vull que m'escoltis, es una mirada que viene de abajo, que va de los pequeños a los grandes, concretamente a la madre o la persona que ocupe su lugar, ya que es la relación primera, y plantea una reflexión sobre la voluntad de ser, sobre la voluntad de escoger libremente un camino, dentro del marco de un escenario donde el protagonista es la niña, fresca por naturaleza, pero a menudo como niña, no sabe abrir el paraguas para que la lluvia de introyectos que viene de arriba, pueda deslizarse por encima sin mojarla. "Era niña y me los comí, no los pude digerir, pero los incorporé, y nadie me supo explicar, que ellos impedirían el desarrollo y la expresión de mi propio ser, pero ahora que ya soy mayor, los he podido vomitar. - Dime, te escucho" |
Este proyecto está concebido como un acto performativo. Los espectadores y espectadoras entraban en la sala y cuando todos estaban inmersos en la obra, en la parte de atrás de la sala, la artista lanzaba una pregunta al aire, y no dejaba de repetirla ¿Porqué no me escuchaste?. Después de repetir la pregunta muchas veces, se invitaba a las personas a participar, dando unas consignas para que pudiesen intervenir en la obra, las intervenciones del espectador/a pasaban a formar parte de la obra. Esto generaba un movimiento de cuerpos de un lado a otro, y muchas ganas de participar. En una mesa, había dispuesto un lápiz y muchos papeles adhesivos donde dejar su palabra o frase escrita.
El proyecto partió entonces de esta pregunta ¿Porqué no me escuchaste?
Cuando no se escucha no se sabe que se piensa, que se desea, que pasa al otro lado, de allí de donde vienen las palabras, y así, quedan cortadas, anuladas necesidades y deseos cuando se es niña o niño. El proyecto habla de la libertad en el sentido más amplio de la palabra, si la libertad es menguada en alguno de sus apéndices, la niña menguará su vitalidad escandalosamente.
Me oprime, me ahoga esta idea, y es algo social que camina subterráneo, bajo el suelo pero visible a la vez, y por eso "los niños y las niñas" como imprescindible para despertar a las personas adultas.
Niñas y niños fueron los protagonistas, se les dieron unas pautas para que creasen su personaje. El objetivo era que el espectador pudiera conectar con la inocencia pero a la vez fortaleza y seguridad del niño y niña, y ver en que aspecto y momento se quedó menguada su libertad, y entender que adultos como ahora ella o él, fueron los causantes de esta mutilación.
En el proceso creativo preguntaba a las niñas y a los niños que es, lo que querrían ser de mayores, y me encontraba con deseos que aunque parecieran ilusorios, hablaban de una manera de estar en el mundo que muchos adultos al escucharlos, tienden a moldear y incluso a apgar, entonces, conformaba con su palabra una frase protesta:
- Yo quiero ser pianista, aunque solo yo me escuche
- Yo quiero ser payaso, aunque solo gane sonrisas de los pequeños como yo
- Yo quiero ser lo que quiera, aunque a ti no te guste
Uno de ellos, el más pequeño, señalaba a los espectadores con el dedo y les pregunta: ¿Y tú que querías ser?, es en este momento cuando se produce una intercomunicación y el espectador/a se transporta al niño o niña que fue y pone su cuerpo en acción.
La instalación genera un movimiento en el espectador/a que pasa a ser protagonista. Es una instalación participativa donde a través de la pregunta que uno de los niños hace, la persona puede responder si la pregunta le genera un movimiento, y así se va conformando otra cosa.
El espectador/a hace la acción de escribir y de pegar el papel en una parte de la instalación y con todas estas acciones se va generando un mural de voluntades que nos habla mucho de como lo social, educación, familia, pueden influir negativamente en la construcción de la persona, en aquella relación primera cuando somos niñas o niños pequeños.
El proyecto partió entonces de esta pregunta ¿Porqué no me escuchaste?
Cuando no se escucha no se sabe que se piensa, que se desea, que pasa al otro lado, de allí de donde vienen las palabras, y así, quedan cortadas, anuladas necesidades y deseos cuando se es niña o niño. El proyecto habla de la libertad en el sentido más amplio de la palabra, si la libertad es menguada en alguno de sus apéndices, la niña menguará su vitalidad escandalosamente.
Me oprime, me ahoga esta idea, y es algo social que camina subterráneo, bajo el suelo pero visible a la vez, y por eso "los niños y las niñas" como imprescindible para despertar a las personas adultas.
Niñas y niños fueron los protagonistas, se les dieron unas pautas para que creasen su personaje. El objetivo era que el espectador pudiera conectar con la inocencia pero a la vez fortaleza y seguridad del niño y niña, y ver en que aspecto y momento se quedó menguada su libertad, y entender que adultos como ahora ella o él, fueron los causantes de esta mutilación.
En el proceso creativo preguntaba a las niñas y a los niños que es, lo que querrían ser de mayores, y me encontraba con deseos que aunque parecieran ilusorios, hablaban de una manera de estar en el mundo que muchos adultos al escucharlos, tienden a moldear y incluso a apgar, entonces, conformaba con su palabra una frase protesta:
- Yo quiero ser pianista, aunque solo yo me escuche
- Yo quiero ser payaso, aunque solo gane sonrisas de los pequeños como yo
- Yo quiero ser lo que quiera, aunque a ti no te guste
Uno de ellos, el más pequeño, señalaba a los espectadores con el dedo y les pregunta: ¿Y tú que querías ser?, es en este momento cuando se produce una intercomunicación y el espectador/a se transporta al niño o niña que fue y pone su cuerpo en acción.
La instalación genera un movimiento en el espectador/a que pasa a ser protagonista. Es una instalación participativa donde a través de la pregunta que uno de los niños hace, la persona puede responder si la pregunta le genera un movimiento, y así se va conformando otra cosa.
El espectador/a hace la acción de escribir y de pegar el papel en una parte de la instalación y con todas estas acciones se va generando un mural de voluntades que nos habla mucho de como lo social, educación, familia, pueden influir negativamente en la construcción de la persona, en aquella relación primera cuando somos niñas o niños pequeños.
Fotografia: Enric Daltabuit