susanna
pruna
susanna
pruna
poesia
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Regreso Nos quiso muertas. Yo en ti. Alientos ahogados en un rio de sangre, cuerpo al filo del vacío. Quién te quiso matar me mató. Quién te quiso borrar me borró. ¿Por qué tiene tanto miedo el león si deja de ser el Rey? Te dejó para que vivieras muerta, tú no supiste hacer más, yo no veía más allá de la ventana de tu alma. Las dos fuimos una y en la fusión desaparecí. Canta cada mañana una pajarilla desde la cama del árbol, la escucho aunque no es para mí que canta. Tatarea palabras que desaparecen en el aire. Aquella que las ha de escuchar, no puede pensar en nada más, que en mantener su vida muerta. No sabe que así es fiel al león. Su voz está cansada como la mía, y el silencio de la escucha se proyecta en mi cuerpo desnudo, pequeño. Como campo fértil pudo sembrar la más delicada flor para que trascendiera a la vida, ella. Pero la odié, me enfadé, la culpé, días y noches, años muertos, suyos y míos. Sólo me dejó una sombra de amor y un vacío de calor. Tomé una tijeras y corté el hilo de fusión, sin pensar que cortaría una parte del amor. Estoy aquí. ¡Mírame! De niña yo fui tu y te salvé, te ofrecí la mano y tomaste mi alma. Hoy somos dos, yo la pajarilla que canta, tu el nido que ya no necesita anidar. El león que nos atravesó, tenía miedo de perder su eslabón. Estoy aquí. ¡Mírame! No cierres más tus labios, necesito el susurro del primer amor. Hoy somos dos. Necesité alejarme para acercarme a ti. Luna negra En una noche oscura, alguien despertó el alma. Un perro ladraba en la calle, y un gemido de amantes volanteaba. Hoy es luna negra, el alma despierta de frío se viste de deseo, con un vestido de pasiones y cucharaditas de almendras. En sus pies, amor, y en sus labios de miel, rojo carmín. El deseo Nudos que como cruces, puntos de encuentro de dos caminos, dialogan para deshacerse, para ser libres. Y bajo la diluida luz, desencuentro agrio de una noche antigua, el deseo naciente, en el pensamiento, en el corazón, en el sexo. Llega la vida Llega la vida, que se marchó hace tiempo. ¿Quién es? Viene vestida de ritmos y se empapa en mi cuerpo cuando habla, El dia es claro y mientras en el cielo vuelo, la vida me acompaña. Ayer dormí con ella. En los sueños me susurra y me dice que la abrace, sin miedo a perderla. Porque perder la vida, no es vivirla, y que se escape, perder la vida es dejarla pasar si como un amanecer se presenta, por miedo a perderla. Libertad Allá arriba, desde la ventana de mi cabeza, se asoma como fuego, aire, agua, tierra... la libertad. Paraiso desconocido para muchas, muchos, multitud. Cielo azul para pocos, el yo, mi yo, pero cuando barro en la historia, cuando libros se vierten en el altillo de mi cabeza, nada de ella asoma, invaden mi ser espacios desnudos de tan digno sonido, ausentes estan la L, I, B, E, R, T, A, D. Desearia oler libertad, pero tan solo palabras de lucha y muerte recojo, y desasosiego aparece en mi sentir, de aquellos que hicieron correr sangre, siento sangre, su sangre es mi sangre, la nuestra, de aquellos que siquiera por un dia pudieron gritarla, amargo sufrir. Y ahora sí, los libros recluyo y las voces se apagan en mi, mi cabeza, me rio, me rio de ti, de él, de todo, porque mi yo, el yo, es libre de espíritu, pensamiento, corazón rebelde, alma salvaje, que busca en sí, fuera de ti, de él, de ese todo, el derecho de ser en plenitud un ser libre, dulce sufrir. Solo unas, de esos muchos, multitud, lo consiguen. Temps te'n vas Sento com la meva ànima s'ofega, s'ofega, el temps va massa ràpit, m'ofego, i sento com damunt la suor del meu cos, lisca la paraula, fugacitat. |